domingo, 2 de enero de 2011

Crónicas

Aún ibamos a medio camino y ya en la combi (así le dicen aquí) estaba casi vacía...

Llegando a un pequeño poblado, el muy atento chofer ponía al día de lo último que acontecía a don Mateo... -Se murió Lola...-hizo una breve pausa y agregó -a las ocho la entierran.

Don Mateo sorprendido-cómo va a ser eso, todavía cuanto la vi, creo que no pasaba de los 70...

-Mare creo que no.
-Ahora si que enviudó Mono, porque Mono era su esposo, aunque nunca se casaron, pero años viviendo con ella... alguna vez me dijo que se quería conseguir marido, le dije "Lola ya estás vieja, pero no le busques que si lo encuentras, no sabes lo que dices"... ahora si que dejaron al Mono sin su cola..

-El 31 temprano murió, la velan en casa de su hija...- el chofer no parecía conmovido, mas bien serio... es año nuevo aún.

-Maaare, no vio el año nuevo, mare, no vio año nuevo pobrecita...- don Mateo es un campesino, ya grande, con la experiencia de las pláticas y de la lucha con las adversidades, sus ojos, su voz, me recordaron al abuelo... camino a la hacienda hay siempre un viejito que me recuerda al abuelo... los viejitos ahí se parecen mucho, sea por el oficio, sea por la sabiduría... Eso si, de la abuela, jamás he encontrado alguien que se le parezca...

Y después de dormitar un poco llegué a mi destino, eran las siete de la mañana, aún había niebla, don Mateo se había bajado un pueblito antes, el chofer había detenido la charla... la gente no habla con extraños... aún soy un extraño, pero es genial ir conociendo...

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